¿POR DONDE EMPIEZO?

jueves, marzo 29, 2007

300



Basada en la épica novela gráfica de Frank Miller, 300 narra una vez más de manera atroz la antigua Batalla de Termópilas, en la que el rey Leónidas (Gerard Butler), junto con 300 espartanos, luchó a muerte contra el Emperador Jerjes y su gran ejército persa. Haciendo frente a insuperables adversidades, el valor y sacrificio de estos hombres inspiró a toda Grecia para unirse contra el enemigo persa, y así decir basta a esa situación en favor de la democracia.

Otra más para la saca. Otra adaptación, por supuesto. El mundo del cine mira a otras zonas de interés, y la que más acapara últimamenten su atención es la zona de las viñetas. No pasan 3 meses seguidos sin que el superhéroe de turno pasee sus mallas por la gran pantalla. El resultado suele ser el siempre el mismo. Una película dirigida a jovenes que se conforman con su ración de efectos especiales. Sin embargo, aquellos que esperabamos 300 estabamos tranquilos. Aunque en esta ocasión Frank Miller no se encuentra detrás de las cámaras co-dirigiendo; si ha supervisado el guión en su totalidad. Y esta vez no ha habido sorpresas. El referente de Sin City estaba ahí, recordandonos que Miller se encargaría de que su obra fuera tratada dignamente.

Y eso precisamente es lo que encontramos en la peli. Una obra muy digna. Algún lector esperaba encontrar la palabra "maestra" en lugar de "digna". Lo siento mucho, pero no. No es el caso. Aunque se encuentra entre las más grandes, eso tenganlo todos por seguro. Es muy simple. El comic, gracias al lenguaje propio del medio, es mucho más directo. Lo que narra, es la batalla de 300 guerreros contra miles. Y se centra en los pensamientos de un rey que se encuentra siempre a la vanguardia de sus hombres. Si este concepto se hubiera trasladado tal cual a la gran pantalla, nos encontraríamos con una película un poco coja. Habría estado bien, si. Pero no tendríamos más que a 300 tíos musculados combatiendo en taparrabos de cuero. Eso sin contar que la duración de la misma habría quedado ridicula para una superproducción. Por eso se ha complementado con escenas de la política de Esparta, que pese a ser añadidos para la película, encajan a la perfección y no hubieran desentonado para nada en el comic. Añadidos también el ejército de criaturas grotescas al servicio de Jerjes, pero la pelicula se toma en serio su salto a la gran pantalla e intenta derrochar grandeza. Lo consigue.

En definitiva, una gran pelicula, y una gran adaptación; que respeta con honores el comic del que nace. No se le puede reprochar nada. Todo está por algún motivo, y si algo no coincide con su papá de papel, está justificado. Aunque siempre existe gente como servidor de ustedes que lamenta que le toquen esas escenas que más le llegaron... Pero bueno, ¿que más da?

miércoles, marzo 14, 2007

300



El ejército de Persia, una fuerza tan imponente que la tierra tiembla a su paso, se dispone a aplastar Grecia, una isla de razón y libertad en un mar de barbarie y tiranía.

Entre Grecia y esta oleada de destrucción se interpone un pequeño grupo de trescientos guerreros.

Pero esos guerreros son más que hombres... Son ESPARTANOS


Epico. Una sola palabra sirve para describir este comic. Y esta reseña podría acabar perfectamente aqui sin que me hubiera dejado nada en el tintero. Pero creo que debo trabajarmelo un poco más y contar algunas cosillas de esta obra maestra.

Existen grandes autores (tanto guionistas como dibujantes). Son "solo" grandes autores porque pese a tener una carrera intachable, alguna de sus obras son simplemente normales. No es el caso de Frank Miller, autor que presenta una selección de obras de lo más exquisita. En el caso de 300, el tebeo derrocha calidad por los cuatro costados. Sin ser un gran dibujante Miller ha encontrado su estilo, un estilo que funciona a las mil maravillas y que consigue trasladarnos a las Termopilas para hacernos partícipes de una de las mayores batallas de la historia. Estos espartanos, son héroes. No sólo por ser capaces de enfrentarse a un enemigo superior, ni por ser traicionados en el último momento. Son héroes de alma y de corazón, y un pueblo que en otras circunstancias nos parecería arrogante y elitista (ojo, que lo son) en esta historia son, cuanto menos, consecuentes con sus actos. Y lo asumen hasta el final.

Realmente llevamos un rato mareando la perdiz, ya que debatir sobre 300 no tiene sentido. Porque aunque es cierto que cada uno tiene sus gustos, nadie; por poco que le guste el comic, podrá decir que no es bueno. En definitiva, una joya convertida en viñetas. La única pega que se le podría poner hace referencia a su edición; que si bien es más que digna y correcta, respetando el formato original. Aquellos que lo adquieran ahora tendrán que soportar una molesta pegatina en la portada con el número de la edición, el número de ejemplares vendidos y la inevitable referencia a la película de próximo estreno.

A pesar de ello, una compra más que recomendada.

viernes, marzo 02, 2007

Un puente a Terabithia



Jess Aarons se siente un extraño en el colegio, e incluso en su propia familia. Jess ha entrenado todo el verano para convertirse en el chico más rápido de su clase, pero su objetivo se ve frustrado de manera inesperada por la nueva chica en el colegio, Leslie Burke que compite en la carrera "sólo para chicos" y gana. A pesar de conocerse de esta manera un tanto peculiar, pronto se convierten en mejores amigos. A Leslie le encanta contar historias de fantasía y magia. A Jess le encanta dibujar pero lo guardaba para sí mismo hasta conocer a Leslie. Leslie abre un nuevo mundo de imaginación para Jess. Juntos crean el reino secreto de Terabithia, un lugar mágico al que sólo puede accederse columpiándose en una vieja cuerda que cuelga sobre el arroyo situado en un bosque cercano a sus casas.

Allí, los amigos gobiernan el reino, luchan contra el Maestro Oscuro y sus criaturas y trazan planes para vengarse de los abusones del colegio. Gracias a su amistad con Leslie, Jess cambia para siempre.


Un puente a Terabithia es un dulce caramelo de los que tardan en deshacerse en la boca. Al principio puede extrañar su sabor, al ir avanzando la película y no encontrarnos con lo que esperabamos. Quizás ese sea su único punto negativo: venderse como algo que no es. Todos aquellos que vean el trailer irán a las salas en masa esperando las nuevas Crónicas de Narnia o el nuevo Eragon. Es decir, una aventura fantástica en la que los niños protagonistas han de salvar un mundo lleno de hadas, duendes y dragones. Sin embargo, la aventura que han de afrontar se encuentra realmente en el colegio y en su vida diaria. Una vida, a veces injusta para un niño y cuya válvula de escape es la imaginación. Eso es Terabithia, el mundo imaginario donde no son niños enfrentándose a sus problemas adolescentes. Un mundo donde pueden ser reyes y enfrentarse a criaturas fantasticas. Sin embargo, no deja de ser un juego, y al día siguiente han de levantarse y enfrentarse de nuevo al día a día, con la esperanza de volver una tarde más a su reino en el que son los mejores.

Empiezo a ver ya como algun esceptico lector empieza a plantearse el no ir a ver la película tras saber de qué va realmente. Al contrario. Justo cuando uno empieza a plantearse tirar ese caramelo que no sabe como debería, algo sucede. Identificamos parte del sabor, y como ya he dicho antes, es un sabor delicioso. Pese a no ser una película fantástica, Un puente a Terabithia destila magia por los cuatro costados. La magia de la imaginación que por desgracia, cuando nos hacemos adultos, vamos perdiendo, aunque nos esforcemos por evitarlo. La magia de una amistad, que surge en el momento más inesperado, cuando dos almas gemelas se encuentran. Y sorprendentemente, al seguir degustando este caramelo que nos hace sentir como niños por unos momentos, que nos hace revivir esa magia; nos encontramos con que en su interior tiene otro sabor. Esa parte interior nos desconcierta, porque no estamos seguros de a qué sabe exactamente. Y cuando lo mordemos descubrimos que es amargo. Un amargo intenso, y nuestra primera intención es escupirlo. Pero tenemos todavía un sabor dulce tan grande en la boca, que al mezclarse con esta nueva sensación, crea una combinación se sabor deliciosa. Casi da pena, al final que este caramelo tan sorprendente se acabe terminando.

En definitiva, la película sosprende de entrada al no ser lo que uno espera. Es lógico que esta sorpresa produzca un rechazo en numerosos espectadores. Pero aquellos que sean capaces de sumarse al cambió, encontrarán una película preciosa, a pesar de que la vida y la realidad que reflejan no lo son tanto. Se trata, precisamente de eso, una magnifico caramelo sorpresa que resalta en un puesto de dulces en el que ya hemos probado practicamente todo...

jueves, marzo 01, 2007

The Host



Los habitántes de Seúl observan sorprendidos un extraño objeto que cuelga de un puente sobre el río Han. En realidad se trata de una monstruosa criatura mutante que al despertar devoraa todo aquél que se cruza en su camino. El dueño de un quiosco de la orilla del río contemplará horrorizado como la bestia rapta a su hija y se la lleva a su escondrijo. Mientras el ejército fracasa una y otra vez en su empeño por destruir al monstruo, aquél hombrecillo anónimo se armará de valor y, con la ayuda de su familia, intentará recuperar a su hija de las garras de aquella abominación.

Cero grados, ni frío ni calor. Aunque esta afirmación es incorrecta, refleja claramente lo que ocurre con esta película. En toda su promoción, la producción se intenta codear con los más grandes: "Primero fue Tiburón, después Alien. Ahora llega The Host". Ni muchísimo menos. Si bien es cierto que la película tiene momentos estupendos (la primera media hora es impagable); posee muchos otros tan innecesarios como pesados y aburridos. Es por eso que se queda en medio. Cero grados, ni frío ni calor.

Hay que dejar claro que el género de esta obra no es el de terror. Podría haberlo sido, pero el director se ha empeñado en salpicar la película de numerosos momentos comicos (muy buenos en su mayoría) que en ocasiones rayan el absurdo; gracias a un protagonista incompetente y una familia que no le anda a la zaga. Muchos de estos descargos comicos son los que salvan la película. Esto es así debido a que la película tiene dos caras: la lucha de una familia por rescatar a la niña, y la trama del virus. Es en esta segunda cara donde la pelicula pierde fuelle a la misma velocidad que en la otra gana grandeza. El guión en esta zona es prácticamente inexistente y se limita a avanzar a trompicones e incoherencias para finalmente no llegar a ninguna parte. Lo dicho, por un lado una obra maestra, por otro... en fin. Por eso nos quedaremos en medio, ya que los malos momentos, aunque se hacen notar, quedan rapidamente compensados cuando llega ese punto comico o aparece el montruo haciendo de las suyas.

Y hablando de la criatura hay que mencionar la calidad de su creación. Empezando por el diseño. He oido por algun sitio que ya la quisiera Lovecraft para alguna de sus historias. Tal vez pudiera ser cierto, puesto que esa estética de pez con patas y cola tentacular no desentonaría al lado de cualquiera de los mitos de Cthulhu. Sin embargo, las comparaciones son odiosas y esta criatura denota originalidad e independencia suficientes para no ser comparada con ninguna otra. El trabajo de elaboración digital, al igual que el diseño está muy bien acabado en casi su totalidad. Auque hay uno o dos momentos donde se nota claramente que el ser no está en el mismo lugar que los actores.

En definitiva, una película normalita que cumple su función de entretener de forma digna. Con momentos muy buenos por los que merece la pena pasar por algunas situaciones inconexas e innecesarias y en la que destaca con nombre propio ese "huesped" del río Han. El elemento cómico, inusual en este tipo de filmes, quizás sea la guinda de este agridulce pastel lleno de gags en los momentos más dramaticos. Una buena elección si lo que quieres ver es a un bicho comiendo coreanos y alguos chistes buenos pero absurdos pero seguramente no se encontrará entre las mejores películas que hayas visto.